Carta al señor Pedro Alberto Cruz Sánchez http://www.leobassi.com/
Hace pocos días, en una carta anterior, le preguntaba cómo es posible que una persona joven, culta, profesor de Arte y más que todo responsable de cultura frente a toda una Región, pueda manchar su reputación mintiendo descaradamente para encubrir la patética censura política a un espectáculo de un payaso. Me da que esta pequeña infamia no se va a borrar tan fácilmente de su curriculum artístico y humano, vista la respuesta contundente de la gran mayoría de artistas y toda la dirección del festival Alter-Arte, y el interés de los ciudadanos y de la prensa en el asunto.
Pues bien: la respuesta a mi pregunta ha llegado con increíble puntualidad. Ya sabemos que el precio de su honor ha sido la Consejería de Turismo, puesto para el que acaba de ser nombrado por su tío. Con toda sinceridad, ¡Enhorabuena señor Fausto!: el trato ha sido muy rentable para usted. Imagino que como Consejero de Turismo usted tendrá ocasión de conocer a toda la gente influyente de la región, los empresarios más poderosos que venden al turista las maravillas naturales y culturales de la región que son el bien de todos, pero eso es otra historia y me estoy alejando del punto esencial de esta misiva. Aparte de la " desaprobación", por decirlo suavemente, que usted se ha ganado de toda la gente que ama sinceramente el Arte, hay otra consecuencia que tal vez aún no haya notado y que sin embargo le va a afectar profundamente. Señor Fausto: ¡en menos de un mes usted ha envejecido una generación!. Para muchos ha pasado usted de ser el joven Príncipe brillante y anticonformista de linaje poderoso, a miembro sin gracia de la vieja casta del poder.
El problema es que usted accede a este alto rango cuando el modelo de sociedad donde su familia ha prosperado se esta derrumbando precipitadamente. Es un poco como ser un hijo privilegiado de la familia imperial romana en el siglo V...
La severa crisis económica que se perfila es principalmente una crisis de valores. Los periódicos anglosajones en este momento hablan del fin del mundo de la ostentación y del egocentrismo.
Tengo la sensación de que como Consejero del Turismo usted pasará el tiempo intentando salvar de la quiebra a sus amigos constructores cuyos nombres resuenan en las urbanizaciones de lujo que no se venden y en los campos de golf abandonados.
¡Ah! y por favor: un poco de dignidad en la derrota. El colapso económico es vuestro. Basta con las falsas excusas, las inconsistencias, y la huida ante sus responsabilidades.
Esta crisis no tiene nada que ver ni con Zapatero o la Izquierda, es vuestra cultura la que ha tocado fondo, vuestro manual de instrucciones el que ha caducado.
La mentira ha pasado de moda, señor Fausto.
MURCIA-POLONIA CONEXION
Una pequeña anécdota para terminar. Es 100% verdad.
En verano de 1980 actué en Polonia en semi-clandestinidad luchando contra la dictadura comunista a favor de la libertad de expresión.
En el mes de Julio fui invitado al Festival de Tradiciones y Arte Popular de Kazimierz al sur de Varsovia. El director era un joven responsable de cultura con un cargo importante en el partido comunista. Era conocido por su anticonformismo y no tuvo reparos en invitarme oficialmente a pesar de mi estancia legalmente dudosa. El festival era uno de esos eventos de la época estalinista embutidos en dogmatismo político y presentado como cultura popular, pero que que se resumía en un puñado de bailes aburridos en la calle. Cuando llegó el momento de mi actuación, mostré un numero muy divertido haciendo malabarismo con una música de los Rolling Stones y en pocos instantes, hubo una "revolución" con la gente gritando de alegría y hasta bailando conmigo. Un triunfo.
A los pocos minutos del final, fui llamado por la dirección del festival y ahí el joven director me insultó por haber utilizado una música del "capitalismo decadente" ( palabras textuales).
Yo objeté argumentando que al público le había encantado, pero él me contestó: "Eso no significa nada. Todos sabemos que la gente es tonta y que hay que educarles. Señor Bassi usted debía decirme antes la música que quería utilizar. Para su próximo show le voy a dar una cinta de música popular polaca para que la ponga."
Al salir del despacho mis amigos me preguntaron que qué me había dicho el director. Cuando se lo dije, todos querían saber qué pensaba hacer: "Música polaca...¡ Y una mierda! Los Stones vuelven!!..." Inmediatamente, la noticia fue de boca en boca por todo el casco antiguo de Kazimierz y a la hora del espectáculo la plaza donde tenía que actuar estaba llenísima de público. Pasé entre la gente para llegar al pequeño escenario desde el que hice un gesto con la mano al técnico y los primeros acordes ensordecedores de Satisfaction resonaron contra las fachadas del siglo XVII.
Una locura de saltos y de aplausos que duró pocos instantes hasta que la Milicia llegó. El público hizo de escudo y me fui corriendo protegido por mis amigos. Uno a mi lado va y me dice: "Es usted un hombre muy valiente. Aquí la gente tiene miedo. Este director es un autentico cabrón, tras las apariencias de moderno y liberal, vive solo para el poder...Leo, lo mismo no lo sabes: Es el sobrino del primer secretario del partido comunista de la región sur."
leo bassi
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