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EL confidencial
El PP prefiere hacer el avestruz en vez de encarar los problemas políticamente
Vidal Coy - 03/12/2007
El ‘Caso Tótem’ de Totana ha puesto a las claras el carácter del Partido Popular de Ramón Luis Valcárcel en Murcia. Mezcla de populismo “gilista” al estilo marbellí y de “fabrismo” castellonense, el PP gobernante en Murcia, con el determinante genio y figura de Valcárcel, queda caracterizado como un partido que renuncia a admitir políticamente las equivocaciones que hayan podido cometer algunos de sus miembros y que reafirma su legitimidad en los resultados electorales como justificantes de posibles actuaciones ilegítimas.
En efecto, las decenas de militantes del PP que ayer apoyaron políticamente al alcalde de Totana mientras declaraba ante la juez no muestran otra cosa sino el convencimiento de que las victorias electorales son patente de corso para realizar las actuaciones más discutibles que se puedan imaginar, al más puro estilo marbellí.
La petición de amparo al TSJ de Murcia del investigado diputado regional Juan Morales, ex alcalde de Totana, –en vez de renunciar a su aforamiento y ponerse a disposición de la Justicia– es más de lo mismo.
Además, el pertinaz recurso del PP murciano al argumento de que las urnas les siguen dando la razón como leit motiv para justificar sus actuaciones entronca con el “fabrismo” castellonense, que se ve igualmente justificado por el número de votos que obtiene en cada cita electoral.
Sin embargo, a ojos de muchos ciudadanos de a pie, los argumentos de Valcárcel para explicar lo inexplicable, argumentos de los que vuelto a hacer uso esta semana a cuenta de la Operación Tótem, se están empezando a caer por su propio peso debido a su propia inconsistencia.
Las reacciones políticas de la cúpula del PP en Murcia y en Madrid tras el inicio del caso Tótem se ven como un intento de esconder la cabeza debajo de ala, el cráneo en el agujero o perder la mirada en el infinito. “Cuando haya imputaciones o acusaciones, actuaremos”. Ésa ha sido la respuesta-tipo de los dirigentes del PP murciano, con Ramón Luis Valcárcel a la cabeza, y secundados desde Génova, ante el escándalo de Totana.
Pero en Murcia, como en otros lugares de España (Canarias, León, Castellón, etcétera), se recuerda que cuando eso ha pasado el PP ha continuado encastillado en su actitud general y generalizada de negar la evidencia.
Petición fiscal
Basta recordar un caso cercano por la proximidad geográfica a Totana y paradigmático por revelador de la actitud del PP. En el pueblo también murciano de Alcantarilla, el alcalde Lázaro Mellado está procesado y con una petición fiscal de seis años de cárcel por contaminar el Río Segura. El asunto data de una denuncia de 1999 interpuesta por el grupo municipal de IU en el vecino ayuntamiento de la capital regional.
Antes de la pasada campaña electoral del 27-M, Mellado ya estaba imputado, acusado y procesado en espera de juicio oral. Repitió como candidato del PP a la Alcaldía de Alcantarilla –acto de proclamación con presencia de Valcárcel mediante–, fue el candidato más votado y ahí sigue: de alcalde.
Por éste y por otros casos, que sería prolijo detallar, el PP murciano tiene actualmente, sin contar los de Totana, 19 imputados por corrupción. Está bajo mínimos la credibilidad del presidente regional del partido, Ramón Luis Valcárcel, y de su secretario general, Miguel Ángel Cámara, alcalde de Murcia.
Nadie les discute sus triunfadores altos porcentajes electorales –cercanos al 60% del voto emitido–,, pero está claro que los dirigentes populares de Murcia utilizan esos resultados para crear desde un punto de vista victimista la sensación de que cualquier actuación contraria a sus postulados o a sus intereses es un ataque a la Región murciana como tal.
Ya lo hicieron a cuenta del caduco y desestimado trasvase del Ebro a las cuencas mediterráneas. Y ahora lo intentan hacer con las actuaciones judiciales en curso. El primer comunicado del PP murciano al respecto insinuaba que todo el asunto de Totana estaba urdido desde el Ministerio de Justicia contra la Región con intereses electorales.
¿Y quién es el actual ministro de Justicia? Mariano Fernández Bermejo, que encabezará la lista del PSOE murciano al Congreso de los Diputados en la próximas elecciones generales de marzo. La táctica del avestruz sigue siendo imitada por el PP murciano cuando se plantean problemas incontrolables. Como hizo Gil y Gil en Marbella y como hace Fabra en Castellón.
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